1. El nogal… ¿autóctono?
Probablemente la relación que tengáis con el nogal es algún mueble de vuestra casa, en los altares, en los pianos, en puertas y hasta en las culatas de armas de fuego. Su madera es prestigiosa por su calidad. Pero, aún así, ¿os habéis preguntado de dónde viene?
Pues se cree que procede de Persia y que fueron los romanos los que los distribuyeron por la actual Europa. Un cultivo milenario. Ya véis, os coméis una nuez y podéis empezar a contar batallitas.
2. No te duermas bajo la sombra de un nogal
Si ya lo has hecho (¡insensato!) habrás notado un inexplicable dolor de cabeza. Cómo no te va a doler: emana de las nueces cierta cantidad de cianuro. Además de no dormirnos bajo los nogales, el cianuro es también el motivo por el que debemos pelar las nueces verdes (o directamente no comerlas).
3. Cocer las nueces, una mala idea
Si eres de esos cocinillas que se envalentonan con facilidad, ojo con algunas reacciones. Algunas nociones sobre Química pueden evitarte una indigestión. Si sometes las nueces al calor de la cocción, sus grasas se vuelven tóxicas. Sí, sí, grasas (ay, el verano), aunque lo que te debería de quedar es lo de «tóxicas».
Además, por su contenido en ácidos poliinsaturados se deben conservar en sitios frescos.
4. Nueces hasta la saciedad
Probablemente las nueces consigan eliminar ese ansia por comer que nos ataca a algunos. Comer es un placer, qué le vamos a hacer. Nuevamente, la química: su contenido en serotonina constituye un elemento muy saciante que puede evitar la sensación de hambre.
5. Unas nueces para el laboratorio y otras para Navidad
Ya estás imaginando una fuente de nueces al lado de otra repleta de turrones en Navidad. Aparecen en tu cabeza las nueces recolectadas en otoño. Pero según sea su uso, las nueces también se recolectan en verde a finales de junio para usos de laboratorio.
¿Y qué hacen con ellas? Por su acción eliminadora del sarro se utiliza para fabricar dentífricos, aunque también tiene propiedades para cosmética, para pinturas y esmaltes, para tintes o incluso para licores.
6. Una nuez febrífuga
No es una, sino todas. Esto llama la atención: a las nueces se le atribuyen propiedades «febrífugas», o sea, que bajan la fiebre.
7. Cómo catar nueces
Hay que tener el paladar y los sentidos tan desarrollados para catar nueces como los tiene Roberto. Roberto se ha recorrido las principales zonas del mundo productoras de nueces para catarlas.
Lo que se tiene en cuenta, según explica él mismo, es el aceite: la que más cantidad de aceite contenga es la que más vale. También se tienen en cuenta el índice de redondez, si la cáscara es tierna, el rendimiento mínimo (del 40%), si el grano es claro y sabroso, si tiene resistencia a la rotura. ¿Y si no cumplen? Las nueces de menor calibre se utilizan para descascarar, destinando el grano principalmente a la industria pastelera.
8. Variedades y países
En España las variedades de nueces son Baldo, Carca gente, Cerda, Escriba, Villena. En Francia las Fernor (obtenida por un programa de mejora) y las franquette (variedad tradicional francesa). Las americanas son Serr, Chandler (obtenida mediante programa de mejora) y Harley. ¿Y las de California?
Algunos países han extendido una práctica horrible: inyectan un combinado químico al tronco para que caigan antes las nueces y lleguen antes al mercado. La recomendación del experto: comer nueces producidas en España.
9. Nueces e inteligencia
Antiguamente se consideraba que comer nueces fomentaba la inteligencia por la similitud en su forma con el cerebro humano. Seguro que vosotros lo habréis pensado alguna vez. Es así, pero no por su forma, sino por sus valores nutricionales (rico en proteínas, vitaminas B y C, fibras, ácidos grasos omega 3, alivio de fatiga, reducción de estrés… En fin, son estupendas para la salud).
No hemos añadido todas las curiosidades que Roberto nos ha contado sobre el método de plantación y producción porque no acabaríamos nunca. Que si hay flores femeninas y masculinas, que si las primeras forman el fruto y las segundas se deben colocar estratégicamente, que si preparar el suelo con nitrógeno con moderación en fósforo y potasio, que si el sistema de raíces primario y secundario…
Sabed que vosotros también podréis descubrir in situ todo sobre la cata y el mundo de las nueces en el Valle de Ocón en La Rioja, además de otras actividades.
Es increíble todo el conocimiento necesario para llevarnos a la boca un fruto seco, que en realidad botánicamente se considera una drupa.
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